Cañoneando para fractura: aspectos a considerar para asegurar el éxito operacional
El cañoneo provee comunicación entre el pozo y la
formación resultando en una comunicación tanto para la producción o
inyección de fluidos en el
yacimiento. Muchos parámetros como la fase de tiro, tamaño de cargas,
densidad de tiro, tipo de cañón y longitud del intervalo juegan un
importante rol en la correcta ejecución del fracturamiento hidráulico.
Estos parámetros deben ser determinados para garantizar el ruptura de la
formación, eliminar las restricciones en la vecindad del pozo
(o tortuosidades), y que permitan transportar el material
apuntalante, de esta manera cumplir con el plan de bombeo. Las mejores
prácticas de cañoneo deben tomarse en consideración durante la fase de
diseño. Aún cuando se puede tener bien caracterizada la heterogeneidad
del yacimiento, la desviación del pozo, anomalías de esfuerzos locales,
calidad del cemento y muchos otros factores pueden resultar en
comportamientos inesperados que pueden comprometer el éxito del
tratamiento. En el siguiente artículo se evalúan las mejores prácticas
al momento de realizar un cañoneo para fracturamiento hidráulico.
Introducción
El cañoneo es una de las más importantes operaciones a
considerar durante el diseño de completación de un pozo, y este
directamente impactará en los resultados de producción. En yacimientos
donde el fracturamiento hidráulico
como método de estimulación no se encuentra planeado, la estrategia de
cañoneo debe asegurar la máxima conexión hacia el yacimiento. Diferentes
estudios muestran el impacto del cañoneo en la productividad del pozo
como un efecto del skin mecánico (Karakas y Tarik, 1988) y el principal
objetivo es hacer un by pass de la zona dañada cercana al pozo producto
de las operaciones de perforación, cementación y completación. El hecho
que el mismo cañoneo crea una zona de daño debe ser también considerada.3
El cañoneo para producción es una práctica muy
bien conocida y no ofrece mayores problemas en cuanto a la densidad de
tiro, ángulo de fase, tamaño de cargas y longitud de perforación. Para
yacimientos no convencionales, donde el fracturamiento hidráulico es
requerido, la estrategia de cañoneo encuentra diferentes objetivos, como
garantizar un fácil rompimiento de la formación, minimizar las
restricciones en la vecindad del pozo, reducir los problemas de
tortuosidad, que puedan comprometer una baja producción posterior al
trabajo de fracturamiento hidráulico. Las experiencias a nivel mundial
han demostrado que un mal alineamiento de los túneles de los perforados y
el plano preferencial de fractura son los aspectos
más importantes en la eficiencia de una fractura, debido a la caída de
la presión por la tortuosidad. En teoría, el cañoneo orientado es la
mejor estrategia para mitigar estos efectos, pero a veces es difícil
definir la dirección de esfuerzos en las zonas lejanas a la vecindad del
pozo. Una mala interpretación de la orientación de esfuerzos puede
resultar en una incorrecta selección de la dirección del plano
preferencial de fractura, y puede ser un escenario aún peor con una mala
selección del cañoneo orientado. Consideraciones en el tratamiento,
tasa de bombeo, concentración del material apuntalante y tamaños deben
ser considerados.
Cañoneo orientado: el sistema orientado 180 grados fase es la mejor opción?
Muchos estudios de laboratorio muestran que un
cañoneo 180 grados fase orientado en el plano de máximos esfuerzos
provee una reducción en la presión durante el rompimiento de la
formación durante el trabajo de fracturamiento hidráulico, mejorando la
conectividad entre el pozo y el yacimiento. Asumiendo que el pozo y la
presión de sobrecarga están alineados hacia la dirección de máximos
esfuerzos, la vecindad del pozo se encuentra estratégicamente en la
mejor condición para la ejecución de un cañoneo orientado hacia la
dirección del plano preferencial de fractura. En la Figura 1, muestra
como la fractura inicia alineada a los perforados evitando cualquier
problema de tortuosidad, comunicando efectivamente el pozo con el
yacimiento.
Muchas veces no es fácil determinar la
anisotropía de esfuerzos o la dificultad de reconocer los esfuerzos del
yacimiento. Las fracturas inducidas durante la perforación detectadas
mediante registros de imagen o caliper son una práctica común para el
análisis de breakout, para entender los esfuerzos en la vecindad del
pozo. Estas condiciones no siempre suelen suceder y una mala selección
de un cañón orientado puede hacer un escenario difícil de manejar en
términos de comunicación y problemas de tortuosidad. Aún en yacimientos
donde las condiciones geomecánicas son conocidas, el cañoneo orientando
no es recomendable su aplicación al menos que se tenga suficiente
justificación, ya que un no alineamiento (posiblemente durante la
operación o por error humano) puede comprometer el resultado del trabajo
de fracturamiento hidráulico. En la Figura 2 y Figura 3, muestran una
mala orientación de los perforados con respecto al plano preferencial de
fracturas. Altas presiones de ruptura y presiones en superficie durante
el bombeo son esperadas debido al poco ancho hidráulico y problemas de
tortuosidad.
Un ángulo de fase más pequeño, como 60 grados, en
general provee mejores probabilidades de evitar un arenamiento
prematuro. Una de las razones es que porque la fractura crecerá solo en
unos pocos perforados orientados en el plano preferencial de fractura.
Una de las desventajas usando ángulos de fase más pequeños es el hecho
de que más perforados están presentes y existe la probabilidad de
creación de múltiples fracturas. En la Figura 4, muestra como se inicia
la fractura en los perforados orientados en la orientación favorable al
plano preferencial de fracturas. El resto de los perforados, no se encuentran alineados y por consiguiente, no son efectivos.
Figura 1: Cañoneo 180º Fase –
Buena comunicación entre el pozo y el yacimiento. Figura 2: Mala
orientación en cañoneo 180º Fase. Alto riesgo de arenamiento prematuro
debido a la mala comunicación entre el pozo y el yacimiento. Figura 3:
Cañoneo no efectivo 180º Fase. Riesgo moderado de arenamiento prematuro
debido a la pobre comunicación con el yacimiento. Figura 4: 60º Fase.
Favorable orientación de cañones hacia el plano preferencial de
fracturas. Formación de fracturas no efectivas fuera del plano
preferencial de fracturas. Aceptable comunicación entre el pozo y el
yacimiento.
Cargas Big Holes (BH) o de Alta Penetración?
Esta pregunta aún se encuentra en discusión en la industria petrolera. La principal
razón probablemente es que ambas técnicas se adaptan y pueden alcanzar
buenos resultados en diferentes características de yacimiento y
diferentes profundidades. Las cargas BH son ampliamente usadas y
recomendadas para reducir la presión de fricción durante el bombeo. Al
utilizar cargas BH se debe considerar la tasa de bombeo, la máxima
concentración delmaterial apuntalante y el tamaño de éstas planificadas
para el tratamiento.
En la Figura 5, muestra una simulación resultante
de un sistema de cañones de 2 pulgadas, 6 TPP, 60 grados fase en un
revestidor de 7”. Como se observa claramente, la mitad de los perforados
no son los suficientemente eficientes como para tomar altas
concentraciones de material apuntalante, resultando en altas presiones
de bombeo durante el tratamiento, debido a las altas fricciones en los
perforados. El diámetro de perforado promedio es de 0,14”, probablemente
poco suficiente como para dejar pasar altas concentraciones de material
apuntalante.
Figura 5. Resultados de simulación cañón de 2”, 6 TPP, 60º Fase en revestidor de 7”.
Analizando esta simulación, muestran que la
utilización de cargas BH puede ser la mejor estrategia, sin embargo,
esto es totalmente cierto?
La fase de perforación causan en sí mismas incrementos de esfuerzos alrededor del pozo, tal como lo muestra la Figura 6. La zona
afectada puede extenderse tan lejos como el doble del diámetro del
pozo. Este fenómeno en pozos profundos pueden hacer un escenario aún
peor en términos de la presión de ruptura de la formación. Las cargas de
alta penetración empiezan a ser muchos más atractivas que las cargas BH
en yacimientos profundos (> 4000 pies TVD), permitiendo realizar un
by pass de esta zona de esfuerzo cerca de la cara de la arena. Ambas
técnicas presentan pros y contras y la selección de una con respecto a
la otra se debe realizar cuidadosamente, haciendo un balance asociados a
los riesgos con el incremento de los esfuerzos en la vecindad del pozo y
las restricciones mecánicas que se puedan presentar.
Figura 6. Estimación de esfuerzos cercanos a la vecindad del pozo.
Longitud de perforados: Largo o corto intervalo?
En yacimientos convencional donde el fracturamiento
hidráulico no es necesario, lo más común cañonear un larga sección de
las arenas de interés. Muchos estudios muestran que reducen el daño
mecánico y la penetración parcial cuando todos el intervalo es abierto a
producción. En casos de yacimientos naturalmente fracturados el
concepto es el mismo, y todo el intervalo produce con las fracturas
naturales, ofreciendo el máximo potencial de producción hacia el pozo.
Para yacimientos no convencionales, donde el
fracturamiento hidráulico es una necesidad, el intervalo de cañoneo debe
ser selectivo para reducir cualquier aspecto que pueda comprometer el
trabajo de fracturamiento hidráulico. Cortos intervalos de cañoneo son
preferibles a largos intervalos de cañoneo, debido a que se puede
concentrar toda la energía en el punto de inicio de la fractura
hidráulica, reduciendo el riesgo de la creación de múltiples fracturas,
problemas de tortuosidad, así como también altas pérdidas por filtrado
del fluido de fractura (en yacimientos naturalmente fracturados). Las
propiedades mecánicas de la roca y los esfuerzos de las barreras como
las lutitas, deben ser consideradas para seleccionar apropiadamente el
intervalo selectivo a cañonear. En pozos desviados y horizontales se
debe tener especial atención. Pozos horizontal perforados sin considerar
los máximos esfuerzos no son buenos candidatos para realizar
fracturamiento hidráulico. El pozo horizontal óptimo para realizar un
fracturamiento hidráulico es aquel que es perforado en dirección del
esfuerzo horizontal mínimo, para generar una fractura ortogonal e
incrementar el área de drenaje. En pozos desviados, el intervalo a
cañonear debe ser aún más pequeño que en pozos verticales. Esto es para
evitar cualquier problema en la creación de múltiples fracturas
compitiendo durante el tratamiento, haciendo la fractura principal mucho
más delgada, comprometiendo el objetivo de bombear elmaterial
apuntalante a altas concentraciones. En la Figura 6, se muestra el
intervalo óptimo a cañonear en un pozo desviado, con el propósito de
evitar la creación de múltiples fracturas que compiten durante el
tratamiento.
Figura 6. Longitud óptima de cañoneo en pozos desviados.
Por Marcelo Madrid
Portal del Petróleo
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